
Nos decidimos por el pequeño menú degustación (€ 42). Hay otro más largo, pero "operación bikini" obliga... Como "amuse gueles" unos chips de plátano macho y yuca (exquisitos), un chupito de crema de maíz y calabaza (algo sosa) y una sorprendente croqueta de morcilla y espinacas, muy suave y cremosa.
El menú empezó con un Salmorejo de cerezas con helado de tónica y parrochita marinada. A mi me resultó rico, diferente, refrescante en esta época veraniega. Mis acompañantes lo encontraron un poco empalagoso, demasiado intenso... Seguimos con un clásico de Alfonso, el huevo pochado en manteca colorá, patata ahumada y tocino. ¡Una bomba! Sabores bastante logrados, pero excesivamente pesado y grasiento, especialmente para cenar. El exceso de ajo predomina sobre cualquier otro sabor, lo que no siempre resulta agradable.
En el apartado de platos principales, un pescado y un ave. Confit de atún con migas de aceituna aliñada y anchoa espumada. El atún, cocido en aceite, queda suave, esponjoso y jugoso. Muy rico. El complemento de miga de aceituna y espuma de anchoa le aporta una nota agradable y divertida. Un plato muy buen resuelto. Como ave, suprema de pintada de Bresse con escabeche de vainilla, Celeriac en puré y ensalada de trufa. El punto de la pintada excelente. Muy sabrosa y tierna.
A la hora del postre, pedimos un pequeño cambio sobre el menú estándar, ya que queríamos probar el nuevo postre estrella de Alfonso. Y desde luego mereció la pena. Se trata de una torre de caramelo de naranja rellena de mousse de café, con fresitas del bosque y tofe de miel de azahar y plátano. Una exquisitez. Se trata de uno de los mejores postres que hemos probado últimamente.
A destacar el servicio. Muy atento y profesional. La presentación de los platos inmaculada y todos los servicios diferentes y muy vistosos. La carta de vinos algo corta en mi opinión, y sin aportar muchas novedades. Tuvimos mala suerte. Nuestras dos primeras opciones no las tenían disponibles, así que acabamos pidiendo un Pétalos 2005, del Bierzo - Álvaro Palacios (€ 29). No tiene nada que ver con el de 2004. Este está aún sin hacer.
La factura subió hasta los € 65 con el vino, agua, pan e IVA. Puede que salgas con la sensación de que es un poquito caro, pero a la mayoría merecerá la pena. Creo que se trata de un restaurante prometedor, que merece la pena conocer, pero al que sin lugar a dudas aún le quedan muchas cosas por decir...
Datos prácticos:
EL PATIO DE LEO
c/ Agastia, 122
28043 Madrid
Tel.: 91 519 67 40
Precio medio: € 60
No accesible silla de ruedas (hay bastantes escaleras). Sin embargo, sí pueden habilitar una pequeña mesa en la planta de arriba, a la que se accede sorteando "sólo" tres escalones en la entrada al local.
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