
Algunas notas al artículo Dry Martín…
En primer lugar debo disculparme con Javier ya que le pasé incompletas las notas que voy tomando acerca de la “bala de plata”.
En efecto, olvidé el mencionar el último paso; aquél que incluso hace cambiar de denominación a nuestro querido coctél. Así, una vez colada la mezcla y teniendo ya la bebida en la copa podemos bien darle un “twist” de limón, bien añadirle unas aceitunas o unas cebollitas.
La opción clásica es el “twist” de limón. Pido permiso y perdón al mismo tiempo por introducir este anglicismo ya que si bien no soy dado a estos giros gramaticales desconozco cual puede ser la palabra en Español para definir lo que con la piel del limón se hace, a saber: Debe pelarse (se recomienda con un pelador de patatas) la piel de un limón, una vez mas de primera calidad, a lo ancho del limón, es decir, haciendo un símil geográfico, en el sentido de los paralelos no de los meridianos. Una vez obtenida ésta se cortará en tres o cuatro trozos y se doblará (por el lado corto) encima de la copa , con un golpe firme de tal manera que la piel difumine el cítrico que lleva en la piel (que como sabéis es la parte del limón que mas aroma tiene) esta acción debe repetirse con unos tres trozos de la piel cortada; el primer trozo se deja en el fondo del cóctel y los restantes se desechan después de haber acariciado el borde de la copa con ellos para impregnarla del aroma.
La opción segunda, si bien igual de popular o mas, es la de las aceitunas. Las únicas premisas aquí son las siguientes: Las aceitunas deben ser con hueso, deben limpiarse de salmuera antes de introducirse en el coctél y NUNCA deben estar rellenas. Dicho esto la cantidad a colocar en el palillo o banderilla variará en función del bebedor aquí no hay objeción a que se pida mas de una aceituna.
La última variante, la de las cebollitas, se denomina Gibson, es decir un DRY MARTINI con cebollitas es un GIBSON, al igual que con las aceitunas deben limpiarse y la cantidad dependerá del bebedor.
En primer lugar debo disculparme con Javier ya que le pasé incompletas las notas que voy tomando acerca de la “bala de plata”.
En efecto, olvidé el mencionar el último paso; aquél que incluso hace cambiar de denominación a nuestro querido coctél. Así, una vez colada la mezcla y teniendo ya la bebida en la copa podemos bien darle un “twist” de limón, bien añadirle unas aceitunas o unas cebollitas.
La opción clásica es el “twist” de limón. Pido permiso y perdón al mismo tiempo por introducir este anglicismo ya que si bien no soy dado a estos giros gramaticales desconozco cual puede ser la palabra en Español para definir lo que con la piel del limón se hace, a saber: Debe pelarse (se recomienda con un pelador de patatas) la piel de un limón, una vez mas de primera calidad, a lo ancho del limón, es decir, haciendo un símil geográfico, en el sentido de los paralelos no de los meridianos. Una vez obtenida ésta se cortará en tres o cuatro trozos y se doblará (por el lado corto) encima de la copa , con un golpe firme de tal manera que la piel difumine el cítrico que lleva en la piel (que como sabéis es la parte del limón que mas aroma tiene) esta acción debe repetirse con unos tres trozos de la piel cortada; el primer trozo se deja en el fondo del cóctel y los restantes se desechan después de haber acariciado el borde de la copa con ellos para impregnarla del aroma.
La opción segunda, si bien igual de popular o mas, es la de las aceitunas. Las únicas premisas aquí son las siguientes: Las aceitunas deben ser con hueso, deben limpiarse de salmuera antes de introducirse en el coctél y NUNCA deben estar rellenas. Dicho esto la cantidad a colocar en el palillo o banderilla variará en función del bebedor aquí no hay objeción a que se pida mas de una aceituna.
La última variante, la de las cebollitas, se denomina Gibson, es decir un DRY MARTINI con cebollitas es un GIBSON, al igual que con las aceitunas deben limpiarse y la cantidad dependerá del bebedor.
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